Periodista tras las rejas desde hace más de un año 

Omaira Navas es una educadora jubilada proveniente del llano venezolano, específicamente del estado Guárico. A ella le tocó mudarse bruscamente  a Caracas después de enterarse del encarcelamiento de su único hijo, el periodista, Ramón Centeno, quién el próximo 02 de marzo cumple 377 días de encarcelamiento en el Comando Nacional Antidrogas de Caracas. 

La progenitora del profesional de la comunicación está decidida a seguir luchando por la libertad de Centeno y con ello  « dejar en alto el decoro y la dignidad de la familia». Para Omaira Navas, su vida cambió desde que «secuestraron a Ramón y le inventaron tres delitos para mantenerlo tras las rejas». Acusación que define como una canallada y hoy se ha materializado en un proceso 
«arbitrario, inhumano e  ilegal».

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Durante el recuento de los hechos que llevaron al periodista a su detención, Navas detalló que después de una entrevista realizada a un político señalado de traficar estupefacientes, al comunicador le fue allanada la vivienda y sacado en muletas.  Desde entonces lo encerraron sin comunicación durante más de 72 horas, refiere mientras prepara los alimentos que llevará hasta la cárcel. 

«Fue secuestrado, amedrentado y acusado por delitos que no cometió. Realmente ha sido una pesadilla lo que estamos viviendo como familia», resaltó Navas. 

La docente jubilada  recuerda  que su hijo sufrió un accidente de tránsito que lo llevaron a reconstruirle cadera y fémur; además sufrió una parálisis facial durante la audiencia de presentación. 

«Sin importar la condición de salud lo arrastraron sin ninguna orden del Ministerio Público y posteriormente nos enteramos de su cautiverio»

Para Navas,  los días que vinieron después del encarcelamiento han sido de mucha angustia y zozobra, «pero también de mucha esperanza y fe porque la voluntad de Dios siempre se impone».

Refiere que lo más difícil es tener que ver a Ramón Centeno en una cama, pese «a tener las ganas de lucha intacta,  pero uno como madre jamás va a querer que un familiar sufra sin ningún tipo de razón».

Al ser consultada sobre las razones por las cuales cree que al periodista lo mantienen tras las rejas, la madre expresa su extrañeza: «Ramón siempre se ha caracterizado por investigar, trabajar y luchar por su país: A quién le puede molestar eso, realmente es un sinrazón». 

Pese a lo narrado por Navas, ella agradece el respaldo desinteresado de colegas y medios de comunicación del país y del exterior quienes han estado desde el primer momento apoyando la causa justa por la justicia y la libertad. 

«No podemos permitir que se naturalice la indolencia ni mucho menos la injusticia. Por eso, las personas que estén viviendo un encarcelamiento de manera injusta tienen que estar en libertad: ¡Ya basta!», reflexiona la madre de Centeno. 

Los días para Omaira cambiaron de un momento para otro; de su calmado Guárico llegó a la movida capital de Venezuela donde ha tenido que sortear muchas dificultades para poder atender a su hijo de 33 años de edad.

El mismo día que cumple otro mes de encarcelamiento  se celebrará la cuarta audiencia y la mamá de Ramón Centeno espera que se realice y que por fin se esclarezca toda la situación y dejen en libertad tanto a su hijo como a Gabriel Guerra, el joven que lo acompañó durante la entrevista.

Al referido comunicador se le acusa de: tráfico de influencias, usurpación de funciones y asociación.