
Es una crítica a la corrupción moral dentro de ciertos sectores políticos.
Con convicciones firmes y política inteligente -eficaz- debemos actuar con calma estratégica, sin apuros ni sobresaltos, como un piloto de avión en turbulencia o un capitán de barco en medio de una tormenta. Objetivo: llegar seguro a puerto, ganar la elección presidencial con un tsunami de votos y así impedir que estos galfaros pudrimillonarios y abusadores del poder se mantengan en Miraflores hasta 2031.
En el lapso de postulaciones -21 al 25 de marzo- hubo dos deliberadas exclusiones de aspirantes presidenciales: 1. Corina Yori, filósofa y docente universitaria, postulada por Vente Venezuela (María Corina Machado) como candidata de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD); y 2. Manuel Isidro Molina, ex presidente del Colegio Nacional de Periodistas y especialista en Ciencia Política, Mención Relaciones Internacionales, postulado por el Partido Comunista de Venezuela (PCV/DIGNIDAD) y el Movimiento Popular Alternativo (MPA). La primera, exponente de la extrema derecha neoliberal y macartista; y el segundo, independiente de izquierda democrática y progresista.
Lo arriba descrito fue el colofón de años de represión y exclusión por parte de un sistema corrupto y abusador del poder que viene interviniendo judicialmente organizaciones políticas para expoliarlas y ponerlas en manos de personas serviles y vendidas por dinero, canonjías burocráticas y otros negocios sucios con recursos del erario que pertenecen al pueblo, a la sociedad.
Las inhabilitaciones administrativas, vía Contraloría General de la República, no fueron recurso menor, así como las agresivas amenazas a dirigentes y sus familiares, en medio de una ola represiva sin precedentes, bajo imputaciones fiscales de magnicidio, rebelión militar o conspiración, en grado de frustración. Su propósito ha sido amedrentar a la sociedad venezolana, con la pretensión gubernamental de salvarse de la pela electoral que le espera el 28 de julio.
El de Maduro es un gobierno con pies de barro, su apoyo popular es cada día más precario, abandonado por el común empobrecido y traicionado por su gestión corrupta y anti-obrera: salarios de hambre, bonificación del salario y un Impuesto al Valor Agregado (IVA, 16,5%) que constituye un saqueo a la familia venezolana, como n creciente costo de vida, servicios públicos en decadencia, sistema público de educación depauperado y el peor sistema de salud pública, causante de la cadena de muertes prematuras en todos los grupos etarios.
La credibilidad de Maduro y sus ministros es de las más bajas en la historia venezolana. Y sus voceros políticos siguen en baja, comenzando por Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, justificadores de lo injustificable. En esas condiciones, ningún gobierno gana elecciones, así sean sucias: todas sus trapacerías se las podemos revertir el 28 de julio, repito, con calma estratégica: ellos mueven sus piezas; y nosotros, las nuestras. La sobre confianza de los delincuentes no es eficaz en un tablero de ajedrez. Ellos son brutales y no saben de cosas sutiles como la inteligencia y la sabía espera.
El cuadro electoral montado por el gobierno fracasado y corrupto de Maduro, el PSUV y sus testaferros, debemos (y podemos) desbrozarlo. Ese es el reto por la reconstrucción integral de Venezuela, nuestra patria saqueada y maltratada por dos bandos irracionales cómplices de la destrucción nacional.
La mayoría del pueblo venezolano, ciertamente confundido y manipulado, aspira en el fondo un cambio verdadero, en paz. El 28 de julio será día de triunfo y superación: juntos lo lograremos, sin caer en provocaciones del sistema podrido, ni en la pretensiones de añejos y conocidos corruptos. Sigamos avanzando, con calma estratégica.
(Originalmente publicado en LA RAZÓN / la razón.net)
Es una crítica a la corrupción moral dentro de ciertos sectores políticos.
El dirigente político de Vente Venezuela Omar González, quien fue rescatado de la reclusión en la embajada de Argentina en Caracas en la llamada Operación Guacamaya, aseveró que el 25 de Mayo quedó demostrado la orfandad del régimen de Maduro.
Los tres elementos del título sintetizan las dinámicas globales y locales, en la consciencia de que, si bien los elementos de sostenibilidad del chavismo en el poder son débiles y vulnerables, y que los costos de permanencia comienzan a superar a los costos de salida, también es cierto que, si los compensan con represión fuerte, pueden alargar su permanencia…
En Venezuela sufrimos un apartheid político-electoral con persecución y violación de derechos constitucionales.
La renuncia de Maduro es el camino pacífico y constitucional más expedito para comenzar a superar esta tragedia histórica.
Es una crítica a la corrupción moral dentro de ciertos sectores políticos.
Señaló que limitaciones de Venezuela impiden política de estabilización económica exitosa.