
¿Puede la inteligencia artificial corregir errores ortográficos complejos?
Muchos correctores automáticos se basan en reglas predefinidas y en ejemplos limitados, lo que reduce su capacidad para adaptarse a cambios de tono, tipo de texto o estilo. Los autores proponen un modelo propio basado en IA generativa para afrontar estos retos.
CIENCIA Y TECNOLOGÍA26 de julio de 2025 Pedro Manuel Moreno Marcos
Durante siglos, antes de que existieran los correctores automáticos, la corrección de textos dependía de profesionales como escribas, copistas, correctores de estilo y tipográficos o, simplemente, de personas con buena formación en ortografía.
Fue así hasta las décadas de 1970 y 1980, con la llegada de los ordenadores personales. Entonces, la manera de escribir y corregir documentos cambió. La escritura comenzó a digitalizarse y los correctores automáticos surgieron como sistemas basados en reglas simples y comparación con diccionarios o listas predefinidas.
Uno de los primeros fue SPELL , diseñado en 1971 en la Universidad de Stanford (Estados Unidos). Este programa analizaba textos en inglés y detectaba palabras mal escritas al compararlas con un diccionario. Además, sugeriría correcciones para errores comunes como cambios de una letra o transposiciones. Sin embargo, no interpretaba el contexto, ni el significado de las palabras.
A finales de los años 1980 y principios de la década de 1990, programas como Microsoft Word empezaron a incluir correctores ortográficos integrados en sus aplicaciones de creación y edición de texto. Por ejemplo, en 1995, Microsoft Word introdujo los conocidos subrayados rojos que señalaban errores en tiempo real. Aún así, estas herramientas seguían sin interpretar el contexto ni la intención del mensaje.
A pesar de las limitaciones, dichos avances facilitan el proceso de revisión de textos.
Escribir bien en la era digital
Aunque hoy en día contamos con muchas facilidades para escribir correctamente, la realidad es que, en un entorno donde elaboramos textos constantemente –correos, informes, mensajes en redes sociales, solicitudes…–, a menudo adoptamos hábitos incorrectos por comodidad o rapidez. Por ejemplo, es habitual ver preguntas que solo llevan el signo de interrogación al final o la omisión de tildes.
Por ello, los correctores automáticos siguen siendo imprescindibles. Mientras que muchos ya ofrecen soluciones eficaces para errores ortográficos simples (como confundir “v” con “b” u olvidar una tilde) y errores gramaticales o de estilo básicos, el verdadero reto aparece cuando son fallos más complejos que varían según el contexto.
¿Es capaz la inteligencia artificial (IA) de detectar y corregir este tipo de errores? ¿Puede, por ejemplo, identificar usos incorrectos del pronombre “tú” en textos formales, donde debería emplearse una forma impersonal?
Contextos limitados
Actualmente, muchas herramientas basadas en inteligencia artificial están preparadas para corregir errores ortográficos y gramaticales básicos . Por ejemplo, sistemas como Grammarly , LanguageTool o Microsoft Editor utilizan enfoques combinados de reglas lingüísticas con modelos estadísticos o de aprendizaje automático. Gracias a ello, son capaces de detectar faltas de ortografía, confusiones comunes entre palabras homófonas sencillas (como “echo” y “hecho”) y errores de concordancia gramatical o de modos verbales.
Sin embargo, muestran limitaciones cuando se enfrentan a errores que requieren una comprensión más global del texto. Una de las principales razones es que suelen procesar el contenido por fragmentos, con un límite de tokens (unidades lingüísticas que pueden ser palabras, partes de palabras o signos), lo que se conoce como “ ventana de contexto”. ”. Por lo tanto, no captan bien las relaciones entre distintas partes del documento.
Además, muchas de estas herramientas se basan en reglas predefinidas y en patrones aprendidos a partir de ejemplos limitados, lo que reduce su capacidad para detectar cambios de tono, variaciones que dependen del tipo de texto o del destinatario o redundancias de estilo, entre otras dificultades.
El desafío: corregir errores complejos con IA
Un ejemplo de error difícil de detectar es el uso incorrecto del gerundio. En frases como “ Salí de casa, olvidándome la mochila ”, su uso es mal empleado, debido a que el gerundio solo puede expresar acciones que ocurren antes oa la vez que la acción principal, pero no después.
En este caso, el olvido ocurrió antes de salir, por lo que ese uso es incoherente desde el punto de vista temporal. Para corregir esto, la IA debe mirar el contexto y la relación entre las acciones.
Con este objetivo, en proyectos de investigación como PALABRIA-CM-UC3M trabajamos en nuevas formas de detectar errores complejos, como el uso del “tú” impersonal en contextos formales, el gerundio no normativo o los marcadores discursivos . Se trata de errores de registro, sintaxis o cohesión que requieren una comprensión textual profunda.
Para abordar la corrección automática, se han propuesto distintos enfoques , entre los que destacan los métodos basados en reglas, los enfoques estadísticos y los modelos neuronales. Nuestro proyecto combina reglas lingüísticas con modelos de inteligencia artificial. En concreto, se están probando varios tipos de modelos basados en aprendizaje profundo, entre los que destaca la IA generativa con arquitectura tipo transformador .
Ventajas de la IA generativa
Con este enfoque, se pueden procesar textos más extensos y analizar todas las palabras de una secuencia al mismo tiempo –con un mecanismo conocido como self-attention , a diferencia de los modelos anteriores. Esto le permite captar mejor la relación entre distintas partes del texto y detectar errores complejos relacionados con el registro, la sintaxis o la cohesión.
Otra ventaja de la IA generativa es su facilidad de uso. Funciona a partir de instrucciones escritas en lenguaje natural, llamadas rápidas . Es decir, solo con expresar de manera clara y eficaz lo que se necesita –por ejemplo, que revise un texto y corrija ciertos errores–, el modelo puede generar una respuesta adecuada.
Por último, debemos recordar que el uso de la IA en la escritura no reemplaza la creatividad ni la intención comunicativa. Al contrario, si se usa de forma consciente, puede ser una herramienta muy útil, especialmente en ámbitos educativos. Puede detectar errores, proponer mejoras y fomentar una escritura más clara.
The Conversation: Pedro Manuel Moreno-Marcos Profesor Titular en el Departamento de Ingeniería Telemática de la Universidad Carlos III de Madrid, Universidad Carlos III


¿Cómo transformar el miedo a la inteligencia artificial en una oportunidad para tu medio digital?

Diez razones por las que la IA no sustituirá a los ordenadores en un futuro próximo

Equipo venezolano de adolescentes triunfa en concurso internacional de robótica

Lugares emblemáticos de Venezuela realizados con la AI

IA en las redacciones: una aliada al periodismo del futuro
La IA abre nuevas oportunidades para mejorar la eficiencia, la calidad y la conexión con las audiencias. Lejos de ser una amenaza, la IA será una gran ayuda.

Digital News Report 2025: El reto no es informar más, sino informar mejor
El nuevo Digital News Report del Instituto Reuters 2025 no deja dudas: la gente está agotada de las noticias comunes y quiere otro tipo de medios. Mejores. Más claros. Más confiables.

La interpretación de los sueños: el libro que cambió cómo nos conocemos

Diez razones por las que China tiene un "liderazgo dominante" en la carrera robótica, según Morgan Stanley
A juicio de los analistas de la firma Morgan Stanley, la educación es un papel importante para China, así como también la realización de «maratones de robots» para generar entusiasmo en sus ciudadanos.

Su móvil es un parásito, según la teoría de la evolución

El apéndice no es un órgano tan inútil como pensábamos

Siete métodos para alcanzar un rendimiento académico óptimo

Al menos 59 presos políticos han sido excarcelados por el régimen de Maduro en Venezuela tras el canje con EEUU
El comando de la líder opositora María Corina Machado alertó que casi mil personas continúan detenidas por razones políticas y denunció nuevos arrestos tras las liberaciones. “Esto es un patrón de ‘puerta giratoria’”, denunció.



"Fuego en la Opinión” con Susana Palima


¿Puede la inteligencia artificial corregir errores ortográficos complejos?
Muchos correctores automáticos se basan en reglas predefinidas y en ejemplos limitados, lo que reduce su capacidad para adaptarse a cambios de tono, tipo de texto o estilo. Los autores proponen un modelo propio basado en IA generativa para afrontar estos retos.

Amneliz: Gira Latina Tras Éxito de “Too Much Woman”
