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Prestigio y referencia
Ahora por Radio Pana, y la inconfundible voz de Carlos Rodríguez, presenta: "Billo´s y sus invitados"
En julio de 1948, el presidente venezolano Rómulo Gallegos realizó una visita histórica a Estados Unidos por invitación de su homólogo Harry S. Truman. El viaje, cargado de simbolismo diplomático, incluyó la inauguración de una estatua de Simón Bolívar en Missouri, un gesto que reforzó los lazos entre ambos países.
Cultura y Educación23/01/2025Agencia AlfayaracuyEra 1948 y el mundo aún se tambaleaba tras los ecos de la Segunda Guerra Mundial. En un hemisferio que buscaba redefinir sus relaciones, el presidente de Venezuela, Rómulo Gallegos, recibió una invitación de su homólogo estadounidense, Harry S. Truman, para visitar los Estados Unidos e inaugurar la estatua del Libertador Simón Bolívar, un obsequio de Venezuela a la pequeña localidad de Bolívar, en el estado de Missouri. Era una de las visitas diplomáticas más significativas de la época.
La autorización para la histórica visita de Estado del presidente Rómulo Gallegos fue motivo de un extenso y acalorado debate en el Congreso Nacional. En él participaron destacadas figuras como Rafael Caldera, de la Democracia Cristiana; Luis Lander, de Acción Democrática; Luis Hernández Solís, de Unión Republicana Democrática; Gustavo Machado, del Partido Comunista Venezolano, y el independiente Jesús González Cabrera.
A pesar de la división entre los parlamentarios, el Congreso finalmente aprobó el viaje del mandatario, reconociendo la trascendencia diplomática del evento. Asimismo, se autorizó la entrada al espacio aéreo venezolano, inicialmente rechazada, del avión presidencial estadounidense, The Independence, un Douglas VC-118 que arribaría para trasladar al presidente Gallegos a suelo norteamericano.
Y así, el jueves 1 de julio de 1948, el cielo despejado de Washington D.C. fue testigo de un momento histórico para las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos. En la pista del aeropuerto, el presidente Rómulo Gallegos descendía con paso firme, mientras el presidente Harry S. Truman esperaba para recibirlo con una sonrisa afable.
A su llegada a Washington DC, durante la ceremonia de recibimiento del presidente estadounidense y sus funcionarios, Rómulo Gallegos afirmaría:
«Vengo haciendo este viaje —permítaseme creerlo y afirmarlo—, por camino alumbrado, desde el reino de la perennidad de los grandes pensamientos, por la luz de Bolívar, Padre de mi Patria. De la devoción bolivariana del excelentísimo Presidente Truman surgió en éste la idea de invitarme al descubrimiento de la estatua que en homenaje a aquél ha sido erigida en Bolivar de Missouri, y habiendo llegado ayer ya me encuentro hoy ante algo que de algún modo es realización de un pensamiento de mi Libertador, porque es evidente el lazo de continuidad histórica que, a través de más de un siglo, une los esfuerzos suyos, iniciados con las asambleas interamericanas de Panamá y Tacubaya, con la reciente Conferencia de Bogotá de donde proviene esta Organización de los Estados Americanos, denominación por la cual ha cambiado la suya la Unión Panamericana, no para estrenar nombre nuevo, sino para llamarse de modo que mejor se sepa lo que quiere ser y hacer».
Al día siguiente, el 4 de julio, Rómulo Gallegos y su delegación conocieron la residencia de George Washington y también visitaron la Casa Blanca. Asimismo, concurrieron al monumento a Abraham Lincoln, en donde el presidente venezolano en compañía del ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Eloy Blanco, rindieron tributo al héroe norteamericano con una corona de flores.
Tras el primer encuentro, ambos presidentes Truman y Gallegos, viajaron en tren hacia el poblado de Bolívar, en Missouri, para iniciar las celebraciones el 5 de julio de 1948.
Los mandatarios participaron en la inauguración de la estatua del Libertador en un acto apoteósico que se registró como el evento más importante de toda la historia, en el que se congregaron las principales autoridades estadounidenses de esa época, incluyendo al presidente Harry Truman, al gobernador del Estado de Missouri, Phil Donnelly y el alcalde de Bolívar, Dr. Doyle C. McCraw.
En su diario (Off the Record, The Private Papers of Harry S. Truman), el 5 de julio, Truman escribió: «Arribamos a Springfield, Missouri a las 7:15, Central Time. Salida a las 8:15… «Llegamos a Bolivar a las 9:45 en punto. Nos saludan el gobernador Donnelly de Missouri, el alcalde de Bolívar. Vamos a Court Hotel, pasamos revista a una gran parada y vamos al parque a la inauguración de la estatua de Simón Bolívar donada al pueblo de los EE. UU. por el gobierno de Venezuela. Nos sentamos bajo el sol, a 104 grados a la sombra, durante dos horas. Fue una gran ceremonia, pero más caliente que el infierno. El gobernador de Missouri colapsó al final. Vamos de regreso a Springfield. El presidente de Venezuela y su comitiva nos dejan en el aeropuerto de Springfield y parten para Nueva York, en The Independence».
Los eventos de celebración fueron varios, incluyendo un desfile, un acto solemne de entrega de las llaves de la ciudad a los presidentes Gallegos y Truman y un pregón con bailes en los que participó la soberana de Bolivar.
El presidente Gallegos ofreció un discurso brillante, enfatizando la magnitud del genio creador de Bolívar y las ideas preclaras de Washington: «Porque Vos y yo, señor Presidente Truman, hemos conmemorado juntos los consecutivos días nacionales de nuestras Patrias y en un solo viaje hemos pasado del uno al otro y por añadidura de Washington a Bolívar, sin traspasar fronteras, y quiero creer que algún sentido trascendente haya tenido estas concurrencias.»
El mandatario venezolano finalizó sentenciando: «Por todo esto, cumplido el encargo que me dio Venezuela, hecha en este pueblo la siembra de amor a ella, yo me retiraré de aquí, no con la superficial complacencia de haber contribuido a acto de protocolar cortesía, sino con la emoción de haber asistido a un acontecimiento trascendental.»
Dos días después, el presidente Rómulo Gallegos fue honrado en Nueva York, con el desfile más famoso de la ciudad, el Ticker Tape Parade en el Cañón de los Héroes, el 7 de julio de 1948 y cuya placa, colocada sobre la acera de la mundialmente famosa Broadway frente al edificio número 61, es el testimonio que conmemora esta histórica ocasión.
La placa en Bolivar, Missouri, recuerda el gesto de amistad entre Venezuela y Estados Unidos: “El gobierno y el pueblo de Venezuela a la noble ciudad que rinde, a través de su nombre, un homenaje perpetuo a la memoria del Libertador Simón Bolívar”.
Más allá de los discursos y ceremonias, la visita de Rómulo Gallegos marcó un punto alto en las relaciones entre ambos países. Fue un recordatorio del poder de las ideas y de cómo los lazos históricos pueden fortalecerse con gestos de respeto mutuo. Una página memorable en la historia diplomática de Venezuela.
Fuente:
Simón Alberto Consalvi, Venezuela y Estados Unidos a través de dos siglos, Caracas, 2000, p. 300.
Periodista especializado en crónicas históricas – [email protected] – En las redes sociales: @LuisPerozoPadua
Emisora Costa del Sol / Alfayaracuy
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