Es urgente un plan de alfabetización digital en Venezuela.

El consultor gerencial y presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV), Pedro Pacheco Rodríguez, explica cómo instrumentar un programa masivo de alfabetización digital en Venezuela y cuáles serían sus impactos.

Gestionar desde la certidumbre implica, parafraseando a los futuristas, encontrar en un océano de incertidumbres, los archipiélagos de certezas. Se trata de identificar las certezas, gestionarlas adecuadamente y tomar decisiones oportunas que nos permitan construir un futuro posible.

Una de las grandes certezas en el contexto actual, es la escasez de talento digital. Existe una creciente brecha entre las competencias y habilidades que posee la mayoría de la población y aquellas que demanda la Cuarta Revolución Industrial o era post COVID-19.

Esta nueva era avanza a un ritmo vertiginoso, impulsada por tecnologías profundamente transformadoras como la inteligencia artificial (IA), blockchain, robótica, drones, realidad virtual y aumentada, internet de las cosas, e impresión 3D, que configuran un panorama que amplifica cada vez más la citada brecha entre viejas y nuevas habilidades.

Para gestionar dicha certeza, resulta imperativo que empresas públicas y privadas, la academia, asociaciones profesionales, gremiales, y la sociedad en su conjunto implementen planes y acciones concretas para capacitar masivamente talento digital.

De lo contrario, corremos el riesgo de quedar rezagados en la carrera del desarrollo del siglo XXI.

La supervivencia y el progreso, tanto individual como colectivo, dependerá de la capacidad que tengamos como sociedad para integrar a gran escala estas tecnologías en nuestros procesos, actividades y toma de decisiones durante los próximos años, aprovechando al máximo su potencial transformador.

La pandemia COVID-19 se convirtió en un catalizador positivo histórico de la transformación digital, lo que precipitó una adaptación masiva y acelerada de tecnologías emergentes. Lo que se vislumbraba como una transición paulatina a lo largo de la próxima década se materializó en poco tiempo, revolucionando nuestra realidad cotidiana.

Esta transformación no solo está requiriendo ingentes inversiones en las citadas tecnologías, principalmente en inteligencia artificial, sino también para la formación del nuevo talento digital.

Según el portal digital Xakata, empresas como Microsoft invirtieron en OpenIA alrededor de US$1.000 millones en 2019 y, cinco años después, en 2024 han invertido en inteligencia artificial unos US$30.000 millones.

En enero 2025, Microsoft anunció en su blog que planea invertir US$80.000 millones en centros de datos para entrenar a modelos de inteligencia artificial y desarrollar aplicaciones en la nube en el año fiscal que finaliza el 30 de junio de 2025.

Por su parte, el portal digital Statista, resalta que las inversiones globales en IA pasaron de ser US$14.570 millones en 2013 a US$189.160 millones en 2023. Este crecimiento desencadenado de las inversiones en IA es impulsado por la necesidad urgente de adaptación para llegar cuanto antes a la maduración de estas tecnológicas y mantenerse en posiciones de liderazgo.

Empresas que antes mostraban resistencia a la implementación de soluciones basadas en IA se han visto forzadas a incorporarla para garantizar su continuidad operativa en el nuevo contexto global, lo que ha impulsado una reacción en cadena de cada vez más inversiones, año tras año, en tecnología.

COVID-19 obligó a una virtualización forzosa de actividades cotidianas que transformó paradigmas establecidos: el teletrabajo, la telemedicina y la educación en línea dejaron de ser alternativas complementarias para convertirse en pilares fundamentales, elementos que potenciaron una digitalización sin precedentes en prácticamente todos los ámbitos de la actividad humana.

ACUDE Digital

Esta acelerada transformación tecnológica ha generado una nueva forma de analfabetismo en nuestra sociedad: el analfabetismo digital.

Al igual que los programas de alfabetización que fueron cruciales en el siglo XX, como fue el caso del programa ACUDE en Venezuela, hoy enfrentamos la necesidad urgente de un programa integral de alfabetización digital, una especie de ‘’ACUDE Digital” que permita a la población desarrollar las competencias necesarias para participar efectivamente en esta nueva era tecnológica.

Para las nuevas generaciones, que lo no conocieron, el programa ACUDE (Asociación Cultural Venezolana para el Desarrollo Educativo) fue una campaña de alfabetización llevada a cabo en Venezuela durante los años 70 y 80 del siglo XX, cuyo objetivo principal era enseñar a leer y escribir a personas analfabetas de todas las edades.

El programa era gratuito, se distribuían kits con materiales educativos como libros, cuadernos y cintas magnéticas. Las clases se impartían en distintos centros y lugares comunitarios.

El programa fue exitoso, y su eslogan “Venezuela necesita de tu ayuda, Acude te estamos esperando” llegó a todos los rincones del país y se convirtió en un ejemplo para otros países de la región.

Si hace 45 años logramos transformar la realidad social mediante el programa ACUDE, al reducir significativamente el analfabetismo tradicional, hoy con herramientas aún más poderosas deberíamos ser capaces de enfrentar exitosamente este nuevo desafío. 

Las plataformas de aprendizaje virtual, combinadas con los nuevos dispositivos, nos brindan una oportunidad sin precedentes para implementar un “ACUDE Digital”. Este programa renovado permitiría cerrar la brecha entre las competencias tecnológicas actuales de la población y aquellas que exige la nueva realidad digital, aprovechando precisamente las mismas tecnologías que necesitamos dominar para democratizar su aprendizaje y alcance.

Claves para el éxito

Para que este nuevo ACUDE sea exitoso requerimos repetir cuatros aspectos fundamentales, que fueron claves para el éxito en aquella oportunidad:

1) La participación activa de la comunidad.

2) El aprovechamiento estratégico de los canales de comunicación contemporáneos – si la radio y la televisión fueron cruciales en los años 70 y 80, hoy las redes sociales y plataformas digitales deben ser los vehículos principales para la difusión del conocimiento.

3) La implementación de tecnologías de vanguardia – así como las cintas magnéticas y reproductores de cassettes revolucionaron la educación en aquel momento, hoy debemos aprovechar herramientas como la inteligencia artificial, la realidad virtual y las aplicaciones móviles para el aprendizaje masivo.

4) El respaldo institucional coordinado entre los sectores públicos y privados, el cual continúa siendo indispensable para garantizar el alcance y la sostenibilidad de cualquier programa de estas características.

Pasos necesarios

Adicionalmente habría que establecer una serie de pasos para que el programa de alfabetización digital sea viable y exitoso, entre ellos:

a) Identificar mediante estudios las áreas y comunidades con mayores necesidades de alfabetización digital.

b) Diseñar programas para cubrir habilidades básicas (v.g. uso de dispositivos, manejo de aplicaciones comunes) y habilidades avanzadas (v.g. inteligencia artificial, robótica, drones).

c) Desarrollo del material educativo.

d) Formación de voluntarios.

e) Centros de enseña en lugares accesibles, presencial y en línea.

f) Evaluaciones periódicas del programa para medir el avance y hacer los ajustes que sean necesarios

Como ejemplo internacional de alfabetización digital en forma masiva podemos mencionar el «Digital Literacy Programme» de la India. Este programa, lanzado en 2015, tenía como objetivo empoderar a 60 millones de personas con habilidades digitales básicas, especialmente en áreas rurales y comunidades desfavorecidas.

Para ello, se establecieron más de 2.500 centros de formación en zonas rurales, con el fin de ofrecer capacitación en los diferentes idiomas regionales. Adicionalmente, incorporó el canal de televisión «DigiShala» que transmite programas y contenidos educativos sobre alfabetización digital para estudiantes de todas las edades.

La colaboración entre el gobierno de la India y empresas tecnológicas como Google y Microsoft permitió el desarrollo de contenidos y herramientas innovadoras. También se ofrecieron subsidios para dispositivos móviles y acceso a internet para incentivar la inclusión digital.

Como resultado, millones de personas adquirieron competencias digitales, lo que incrementó el uso de plataformas gubernamentales y financieras digitales y fortaleció significativamente la inclusión financiera y la participación en la economía digital.

Implementar un programa de alfabetización digital masivo, una especie de “ACUDE Digital’’, transformaría significativamente la vida de muchas personas, porque facilitaría su integración en el mundo laboral para aprovechar las oportunidades de la nueva realidad.

Los beneficios de alfabetización digital

Las empresas se beneficiarían al contar con mano de obra calificada, actualmente escasa, lo que se traduciría en mayor productividad. Además, la sociedad en su conjunto se empoderaría al participar activamente en la transformación digital, lo que viabilizará un avance tanto cuantitativo como cualitativo en el desarrollo económico y social del país.

En conclusión, a medida que nos preparamos más, ganamos mayor certidumbre. La educación a lo largo de la vida, un proceso de aprendizaje continuo centrado en la adquisición de conocimientos y el desarrollo de competencias, en este caso digitales, es una de las principales fuentes de certeza que nos ayudan a vencer o, al menos, reducir la incertidumbre en un mundo cada vez más complejo y cambiante.

El autor es doctorando en Gerencia, UCV. Expresidente de PwC Venezuela, actualmente presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela y vicepresidente de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela.

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