Es maravilloso lo que ha acontecido en las últimas semanas posteriores al contundente triunfo de Donald Trump. El frenazo y las señales de pánico y terror exhibidas por el dictador y su amanuense Cabello, son notorias; el silencio de los macabros hermanos Rodríguez aturde, sin dejar afuera lo que todos se preguntan ¿dónde está Padrino López? pareciera que le echaron el muerto al revivído Chacal de Güiria, en su caso, al nuevo Chacal de El Tigre, Tareck Willian SAAB, quien anda con cada declaración que emite, haciéndose responsable de cuánto crimen, torturados y desaparecidos aparecen, sin pasarle por la delincuencial y vacía cabeza, que ya no tiene a donde ir y que será perseguido por la eternidad por toda la humanidad por sus delitos de lesa humanidad. Pendejo que no vió lo obvio, y que hoy no es más que un miserable chivo expiatorio de cuánta muerte y maldad haya que anotarle a esta dictadura.
Para más cuento, Resulta, que después de triunfar contra el brote comunista y su intentona de instalarse en los EEUU, aprovechándose de la debilidad dulzona de los demócratas, Trump, aún sin calentar el brazo, ya los tiene temblando. La designación del Senador Marcos Rubio, fué el primer leñazo a la piñata y se convierte en una bocanada de oxígeno a la región latinoamericana, la aprobación del Proyecto de la Ley Bolívar, es mortal y la segunda puñalada a las dictaduras y especialmente para la del dictador Maduro, y para rematar, el tercer cogotazo, el silente apoyo a la intervención vía terceros, son el acabose y las primeras advertencias de lo que viene. Toda una secuela de una serruchada de patas a la ignominia.
Aún cuando falta un poco más de un mes, me atrevo a decir, por los vientos que soplan, que el fin de este calvario será mas rápido.
Tomen sus asientos, que ese cadáver lo traen en el entierro que viene.
Samuel Ruh: Abogado. Dirigente gremial y político.
La misión de Carolina es clara, garantizar que las comunidades vulnerables no solo sean escuchadas, sino que también accedan a los recursos necesarios para prosperar.
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