LO QUE ACONTECIÓ EN USA.

Me mantengo firme hasta el final defendiendo el arrollador y valiente  triunfo de Edmundo González Urrutia y el valiente y tenaz, liderazgo de María Corina, es decir, por tenaces y valientes, es por eso que ganaron  y lo que aportó las razones para tan indiscutible triunfo he hizo que el pueblo acudiera a las urnas electorales he hiciera uso de la más importante herramienta que tiene la democracia para hacer valer lo que el quiere y desea se haga como su mandato; el pueblo es el soberano y el que ordena. El solo hecho que Edmundo y Maria Corina hayan obtenido más de de tres millones de votos por encima de la otra opción que era la del ahora usurpador y dictador, Nicolas Maduro lo comprueba.

¿Que cosa produjo ese resultado? Todos los sabemos. Ell pueblo fue calladamente haciendo su lista,  sumó, restó y votó por quién se merecía su confianza y negó con firmeza su apoyo a quien lo maltrató por años. 
Hoy Edmundo y Maria Corina se preparan para gobernar, y yo modestamente apoyándolos hasta donde mis fuerzas me lo permitan y solo por el solo hecho que son el producto de lo que no nos cansaremos de repetir de la voluntad popular.

Hace unos días pasó lo mismo en USA, un pueblo cansado de ver la decadente ineptitud administrativa de un fosilizado y decadente y gaseoso partido democrata, quien ante la ausencia de liderazgos, no le quedó más que presentar a una candidata improvisada políticamente, carente de un curriculum político, traída  a los círculos de la política de ese gran país y traída de la mano por un decadente Presidente a quien su anciana mente lo obligó  a una nueva campaña y el natural fin de su carrera y una candidatura a Kamala quien reveló que no era más que una improvisada, apoyada por un liderazgo débil y poco influyente, con abiertas acusaciones no desmentidas de simpatías comunistas, y que en el caso de nuestro país, desarrollaron funestas acciones. Todo esto hizo que el pueblo votara por su rival Donald Trumph.

Eso es lo que hoy hay, y la voz del pueblo es la voz de Dios.

Trumph, es el producto de las carencias políticas demócratas y  de la inconformidad de millones. Trumph es el triunfo de la lógica, tanto qué  y ni me preocupé en trasnochar me esperando resultados era obvio que ganaría . Lo que es, es y punto.

Eso de ver a Trumph como un futuro generador de un holocausto y la exagerada idea que será  el destructor de la civilización  occidental, es una innecesaria exageración.