
Los libros que existían en Venezuela antes de 1810 venían de afuera. Ellos se importaban, mayormente de Madrid o Sevilla, y en menor proporción de México y Lima.
Es unn gran aliado para el sistema nervioso, además de otros beneficios conocidos de su carga de colágeno como el favorecimiento de la elasticidad en la piel y el alivio intestinal.
ARTE Y CULTURA29 de septiembre de 2024¿Hay pocas cosas más saludables que la comida casera? Es una verdad, pero a medias, porque necesita matices. La comida casera siempre es mejor que la ultraprocesada, o la que se basa en alimentos salidos de grandes cadenas de producción, pero pasarse en los aliños, las grasas no saludables o el azúcar puede ser tanto o más perjudicial. Eso sí, las abuelas se han encargado de transmitir de generación en generación la fórmula de un alimento que ahora sigue siendo considerado súper por los gurús de la nutrición.
Lo bueno de que esas joyas culinarias salidas de otros tiempos sobrevivan hoy en día como parte de una dieta saludable es que hay más posibilidades de analizar las razones de que sean tan beneficiosas. Es el caso del caldo, que además de ser delicioso y alegrar al cuerpo en una noche fresca también ayuda a fortalecer la memoria y el aprendizaje. La caldereta de cerdo ibérico, por ejemplo, es perfecta para este objetivo.
Este hecho se debe a dos cosas: es rico en colágeno, nutriente fundamental en la regeneración de tejidos y el cuidado de las articulaciones, y tiene además omega-3, óptimo para reforzar las membranas celulares en el cerebro, entre otras facultades. Es, por tanto, un gran aliado para el sistema nervioso, además de otros beneficios conocidos de su carga de colágeno como el favorecimiento de la elasticidad en la piel y el alivio intestinal. En cuanto al omega 3, baja los triglicéridos y colabora a reducir la tensión arterial. Es antiinflamatorio y fortalece los huesos
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la carne de cerdo es una fuente de minerales como el zinc con una biodisponibilidad notable respecto a la de este mineral en alimentos de origen vegetal. Destaca su contenido en potasio, fósforo y selenio y constituye también una buena fuente de vitamina B12, vitamina B6 y niacina.
Hay que tener a mano especias como pimentón dulce, sal, orégano, ajo y pimienta, además de aceite de oliva virgen extra, un poco de vino blanco, pimiento rojo, cebolla, magro y medio litro de caldo de cerdo sin conservantes. Se hace un sofrito con la cebolla, el pimiento y el ajo, y se va picando el cerdo ibérico. Una vez hecho el sofrito, se sala y se añade el cerdo; cuando se dore, hay que sumar orégano, pimentón dulce, el chorrito de vino blanco y el caldo.
El proceso acaba dejando reducir y añadiendo luego agua hasta cubrir los ingredientes. El último paso es cocinar a fuego lento entre 45 y 50 minutos.
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