CACERÍA DE BRUJAS

Las llamaban "brujas" por dominar diversas áreas, en muchos casos lucían densa erudición. Fueron desfiguradas por el imaginario colectivo, las asociaron con el demonio y revelaciones miserables como canon sagrado. En Europa se tejió un manto de superstición y odio que nutría la imaginación de sus inquisidores con la finalidad de justificar el crimen de mujeres animados por la bula del papa Giovanni VIII, en 1484, que desarrolló un "protocolo de cacería de brujas", dirigido a mujeres parteras, curanderas, astrónomas, alfabetizadas y deliberantes, fueron tildadas de brujas y sobre quienes se tejieron las historias mas oscuras, sometiéndolas a torturas y la hoguera.

La Inquisición activó una maquinaria contra el híbrido "mujer-diablo" que estigmatizó su destino hasta nuestros días.